¿Administrando?

Buenos días señores. El directorio me ha nombrado como nuevo gerente general. Así que mañana comenzamos una serie de cambios radicales. Iniciando con: Despidos, recortes de sueldos y una restructuración profunda de la organización y de las actividades. ¿Por qué, Carlos? La empresa no presenta: pérdidas, desfalcos, robo de información u otros. Es cierto, que las utilidades no han sido las estimadas. Pero, nos hemos acercado bastante a la meta. Todos los cambios que propones, generarían una gran inestabilidad, entre stakeholderes. Principalmente en los inversionistas.  Jose, entiende. Yo soy el nuevo gerente general y mi administración, debe dejar un gran legado que marque la diferencia con todo lo pasado.

¿Legado?

Por naturaleza el ser humano, busca trascender. Dejando huella de su transito en el mundo. Para ello es importante dejar muestra tangible e inobjetable de como sus actos, lograron impacto en la vida de la humanidad. Por lo tanto: Si no hay legado, no ha pasado por el mundo. Esta premisa, se basa en el deseo de muchos caudillos, de cambiar todo. Destruir y volver a construir. Sobre las bases de sus: Creencias, ideas y dogmas. ¿Podemos vincular, la administración a este deseo?

¿Hay que destruir, para volver construir? (1)

Quienes no quieren asumir la responsabilidad de administrar. Iniciaran sus funciones responsabilizando de todo, a sus predecesores. Comenzaran su gestión, victimizándose y repetirán, cual estribillo: “La culpa de todo, la tienen ellos. Durante muchos años la penumbra enluto a todos y solo mi sacrificio. Lograra liberarnos de este ostracismo. Nada sirve, comenzaremos de cero”. ¿Es rentable, demoler?  ¿Estos cambios, poseerán resultados positivos? O ¿Solo es, verborrea potenciada? Siempre se debe planificar, ejecutar, verificar y corregir. Pensando en el corto, mediano y largo plazo. Como una serie concatenada y en secuencia. Por lo tanto, todas las actividades producto de un plan de acción, se conectan y ahí radica, lo importante de crear una mentalidad sistémica y de equipo. Donde el trabajo de todos, suma. Criticar viperinamente a la administración anterior, no crea valor. Menos, tratar de demoler, cuando lo primero es rescatar y destacar.

Que se necesita para administrar: Inteligencia o Humildad.

¿Inteligencia? Nacemos completamente ignorantes. Y recorremos un largo proceso de aprendizaje que no cesa hasta que partimos de este mundo. Todos los seres humanos, tenemos la capacidad de aprender y a través de ello emitir decisiones. Unos con mayor facilidad y solvencia que otros. Unos con mayor bagaje.  Pero todos podemos hacerlo.

La humildad es la facultad, de admitir que pese, al mucho conocimiento adquirido. Jamás será suficiente para lograr autosuficiencia. En un mundo globalizado en el cual las decisiones de unos repercuten en las vidas de otros. Es indispensable, no solo tomar buenas decisiones y lograr buenos resultados, sino lograr cierto grado de consenso.          

El lograr equilibrio entre la inteligencia y la humildad. Permite un liderazgo con respaldado, en la cual todos se sienten representados. Una administración exitosa, no atropella, no zahiere. Por lo contrario une e identifica a la mayoría hacia un rumbo común.

¿Cómo se administra?

Sintetizando: “Administrar es hacer más y mejor, con recursos limitados”. Es lograr mayor productividad, en base a mejorar procesos y optimizar habilidades. Una persona que ingresa a administrar, tiene la responsabilidad de lograr que todo engrane (Comenzando por el capital humano) de tal forma, que los resultados logren satisfacer las altas expectativas de quienes le confieren esa responsabilidad. De lo contrario, quienes otorgaron confianza pueden quitársela. Para ello el líder debe poseer un plan de acciones.

Quien logra la responsabilidad de administrar, debe emitir en el corto plazo un cronograma con metas prolijas y tangibles en cada etapa. En las cuales los resultados palmarios, sean la mejor muestra de la gestión. Los discursos que solo mencionan. Cambios estéticos o estériles. Solo demuestran falta de conocimiento. Porque cualquiera, puede cambiar el orden de las cosas y los procesos. Pero, solo un administrador responsable, Conseguirá resultados positivos en el corto y mediano plazo que se sustenten en el largo plazo.

Todos son necesarios

¿Las organizaciones necesitan cambiar todo, para lograr sus metas? En un escenario de turbulencia y alta rotación de personal. Será necesario, que cada vez que ingresa, un nuevo: Líder. Lo primero que solicite es, una reingeniería radical. Esto por el contrario, tomaría más tiempo.

Lo ideal, es tomar lo mejor de las anteriores gestiones y potenciarlo. Un pequeño cambio en un proceso, puede desencadenar en un ahorro de: esfuerzo, tiempo y dinero. No debe actuarse como un refundador. Por el contrario, debe actuarse con continuidad. Ninguna organización debe parar y menos para satisfacer los deseos de alguien.

“Consiga el apoyo del equipo para arreglar lo que esta mal. Tradicionalmente los altos ejecutivos deciden las estrategias y dejan que se filtre. El problema con este enfoque es que rara vez se consigue movilizar a los empleados en torno a una meta común”. (2)

Una buena administración, involucra a todos. Debido que cuando se crean procedimientos deben volverse: Hábitos y estos crear cultura. La cultura organizacional que tanto necesita una empresa, puesto que es fruto de una identidad colectiva propia. En la cual prima, los esfuerzos en conjunto, las buenas prácticas, la háptica y empatía.  Los lazos que se crean estas vinculados con cultivar y potenciar a cada uno de los integrantes, creando una productividad en la cual todos están inmersos y todos aportan.

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1.- Coro de la canción: Destruir, banda Narcosis.

2.- Caótica. P. Kotler y J. Caslione.

Imagen tomada de: www.tallerdeempresa.com 

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