Volviendo a la Esencia
Mis pensamientos divagaban entre una dicotomía por un flanco los problemas originados por un proveedor nacional y otro foráneo en el cual el coterráneo le endosaba la responsabilidad de los hechos al otro, mientras tanto la empresa seguía varada con un equipo de más de US$150,000 sin producir, cuyo valor diario en producción era del 4.5% +/- 1 del valor del equipo; solo esperando a que los agentes tributarios puedan depreciar su estancia en la usina y a su vez a ser victima de su gran alter ego el oxigeno, por otro flanco algunos problemas familiares como consecuencia de un hecho patético me tenían abstraído; hasta que de pronto sentí la cálida y tierna voz de mi amiga (socia con su señora madre de un cómodo, acogedor y familiar restaurante al cual acudía religiosamente a deleitarme como buen sibarita nacional de las creaciones gastronómicas de su señora madre) me despertó de mi letargo con un: ¡Permiso! en eso volví a la realidad para entablar una exigua pero muy nutritiva conversación en la cual intercambiamos algunos comentarios, siendo ella una colega me dijo con mucha solvencia, cuando hay un problema siempre hay que volver a la esencia: Planear, Organizar, Dirigir y Controlar… No había más que hablar el derrotero ya estaba marcado.
A Veces lo evidente es la mejor solución
Mientras cerraba una semana especialmente desventurada ya que luego de una prolija espera y después de haber ordenado el estado de sitio a mi asistente en las oficinas del agente de aduana por casi tres días, tenía entre mis manos ese preciado ECU (Electronic Control Unit) si queremos hacer algún parangón podría decir que cumple la función de un microprocesador en una PC. Era así que luego de un tercer día de gestión (Con luz roja en aduanas) mi asistente coloco el ECU entre mis manos, sentí una abreacción al saber que ya estaba aquí empero este era un paso, faltaba el siguiente: La presencia del mecatrónico quien era el que debía colocar el componente, testearlo y dar el visto bueno para que el equipo comience a producir, fue así que después de mucho insistir logre ubicarlo, él se encontraba en el interior del país ejecutando unos trabajos por lo cual le solicite que se de una pausa y tome el primer avión a la capital a fin de concluir con el servicio por el cual había sido contratado (el cual por cierto ya estaba cancelado por adelantado). A lo cual me contesto que era imposible, que le faltaba muy poco para concluir y que solo necesitaba un día más, eran 24 horas más de espera, bueno en realidad no era mucho pedir, luego de diez días de espera un día más solo implicaba dilatar la producción 1440 minutos, estaba ansioso como acostumbro sentirme en estas situaciones laborales, empero por asociación recordé una situación personal; hace ya un par de décadas atrás cuando en mi pastel de cumpleaños solo había espacio para catorce velas, conocí a una quinceañera a quien la hice participe de mi deslenguada personalidad al proponerle que fuera mi novia: Ella muy sucinta me dijo que debería pensarlo por un mínimo de veinticuatro horas, ¡Si esperas ese tiempo te doy una respuesta!. Vaya si que fue una longeva espera, pero valió la pena cada minuto. Empero volvamos a lo nuestro y dejemos a un lado temas bizantinos, las veinticuatro horas se cumplían un día sábado a las once de la mañana y solo se labora medio día así que aliste todo a fin de que este profesional de la ingeniería mecatrónica ejecute su labor ni bien llegue después de pisar Lima, el reloj dio las once y todavía no hacia su aparición, luego de esperar quince minutos el apareció, me saludo raudamente y me solicito le entregue (Lo vi enervado y levemente iracundo) el componente a lo cual yo lo saque del cajón de mi escritorio y se le entregue sin mediar mayor trámite el fue a la usina y lo instalo luego de ello intento encender el equipo y no encendió, desmonto el componente lo observo y luego lo sujeto con su mano izquierda y me lo entrego, gesticulando la siguiente frase: Estos brasileros No saben Hacer su Trabajo.
No Es mi Problema
Después de esta …¿respuesta? o esbozo de réplica en la que solo deslindaba su responsabilidad señalando culpables, yo insistí en una explicación lógica de un profesional mecatrónico y no de un trocador de componentes de concesionario, el fundamento era que los componentes no había sido cambiados y que el no asumía ser responsable por un mal trabajo hecho por nuestros proveedores foráneos, luego de lo cual siguió afirmando que el había evacuado un diagnostico el cual no se siguió con rigurosidad y por lo tanto su responsabilidad estaba extinta y que debía marcharse por que estaba perdiendo el tiempo, en esta ocasiones (como casi todas las símiles) respire profunda pero sigilosamente y conté hasta 21.
Comencemos con el Plan
El plan estaba a punto de anquilosarse debido a que no se había concluido la segunda fase satisfactoriamente. Mi responsabilidad en ese momento no estaba orientada en ejecutar un seguimiento de contravenciones por los daños ocasionados sino procurar soluciones viables. Entonces el derrotero era seguir las consensuadas y primigenias reglas que tan oportunamente me recordó mi amiga, es así que cuando el plan era que funcione el equipo y que inicie su producción el lunes (tenia una programación continua cuyo costo de no ejecutarla era abrogar el contrato con nuestro cliente) entonces debería organizarme para lograr ello, todo este razonamiento lógico administrativo se ejecutaba en mi cerebro, mientras tenia frente al profesional mecatrónico. Entonces me calme y le dije: Estimado señor su punto de vista me parece correcto a lo cual note su rostro perplejo por que el lo que esperaba seguramente es una actitud antagónica y áspera de mi parte, seguido dije: De no retrasar más su agenda seria neurálgico que entable una video conferencia con nuestro proveedor en Brasil a fin de que pueda usted ilustrarlos con mayor amplitud y conocimiento del problema acaecido. A lo cual el me respondió afirmativamente, quedando para el lunes a primera hora.
Llego el momento
Después de un fin de semana tranquilo volvimos a iniciar la semana con el plan inconcluso eran las nueve cuando el proveedor local hizo su aparición a lo cual inicie el tramite para la video conferencia pero fue imposible ya que el jefe técnico de nuestro proveedor foráneo se encontraba absolviendo unos imprevistos, a lo que me comunico su secretaria que volviera a intentarlo en media hora, que el ya estaría en disponibilidad de atendernos. Dicho esto se lo comunique al proveedor local, quien me observo con gesto adusto y me dijo: Esta bien, quedándose en mi oficina leyendo unas revistas y observando el reloj cada 3 minutos. Vencido el termino llame e ubique al Jefe Técnico de nuestro proveedor, saludándole y haciéndole una pequeña introducción le presente a nuestro proveedor local de servicios y me hice a un lado a fin de que conversaran este no perdió el tiempo y blandió su lengua y se fue contra el, luego de algunos segundos el solo respondía si y no, de pronto se levanto y me solicito el componente, luego se dirigió raudamente a la usina. Yo lo acompañe una vez allí le solicito a los técnicos residentes destapasen la cubierta manipulo el componente lo instalo y coordino para el encendido, a lo que de inmediato procedieron, respondiendo el equipo con un estruendoso y contundente cambio en los decibeles. Vaya estaba funcionando no tarde en solicitar hicieran todas las pruebas respectivas a lo cual en tres horas ya habían testeado todo el ciclo, quedando el equipo operativo al 100%.
Siempre hay que seguir el Plan
“La planeación implica la selección de misiones y objetivos y de las acciones para cumplirlos, y requiere la toma de decisiones, es decir de optar entre diferentes cursos de acción”(1).
Las excusas, bochinches o berrinches, no pueden escamotear nuestros objetivos, no podemos estancar los planes o hacernos participes de un lapidación, cuando nuestra organización no tiene sentimientos bizantinos, ella solo necesita cumplir con los tiempos y que estos sean productivos. Fue así que luego de detener esta fase concluida comenzó la más importante la producción, una vez mientras sostenía una reunión de negocios con el superintendente de flota de remolcadores más importante del Perú el me decía yo no puedo invertir mi tiempo en estar custodiando que los equipos funcionen correctamente mi labor es que estos equipos produzcan. Es así que para que estos impases no constituyan una brecha insalvable siempre es recomendable volver a lo básico.
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1.- Administración una Perspectiva Global… Harold Koontz
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